Policiales

A Dios le pido… que no me agarren

31/07/2014

Habría pensado Nicolás Alejandro Sosa, cuando concurría asiduamente a la nueva Iglesia Evangélica Dios Es Amor. Pero su tiempo en la clandestinidad terminó cuando fue capturado en la noche del miércoles al salir del templo céntrico.

Sosa tenía en su lomo un pedido de captura por una causa de robo agravado, hecho que cometió cuando asaltó una estación de servicio a mano armada.

El delincuente de 35 años fue detenido a las 23 horas de este miércoles, por personal de la comisaría 4º, luego de una extensa investigación que concluyó en el lugar menos pensado.

Los uniformados tenían la información de que Sosa era un hombre de fé, que practicaba la religión evangelista y había sido visto en el ex boliche Museo, adonde realizan los encuentros el Centro Cristiano Dios es Amor.

Hasta allí se dirigieron los policías, quienes camuflados presenciaron la ceremonia y encontraron entre los feligreses a Sosa como habían previsto. Este siempre con el rostro semi tapado, no esperaba que allí terminen sus días de libertad.

Cuando el delincuente salía del templo fue abordado de inmediato por los policías que tenían todos sus movimientos calculados. Sin poder ejercer resistencia, se entregó como un cordero ante los efectivos de la justicia.

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