Policiales

Convicto, con arresto domiciliario, baleó a un hombre en ajuste de cuentas

26/06/2014

En un hecho que desnuda la marginalidad del "Tandil oculto", Mario Curcio (37) fue baleado en dos oportunidades por Cesar Uzuna (28), un convicto que gozaba de prisión domiciliaria.

Luego de finalizado el partido de Argentina – Nigeria por la Copa Mundial de Futbol, un grupo de personas celebraba la victoria tomando unas cervezas en la puerta del Minimercado Valin, en la intersección de las calles Fragata Sarmiento y Juan B. Justo, en el barrio de Villa Laza.

En un momento apareció un vehículo Chevrolet Cruze,  blanco, con varias personas en su interior (la policía no determinó la cantidad exacta de ocupantes) y sin mediar respiro, ni detener su andar, abrió fuego en reiteradas oportunidades contra el grupo que festejaba la victoria nacional.

Según los peritos de la policía bonaerense habría más de 6 disparos efectuados, siendo dos los impactos que dieron en el cuerpo de Curcio, uno en la pierna derecha y otro en la zona del hombro, ambos sin orificio de salida.

Inmediatamente personal policial y del sistema de emergencia se constituyó en el lugar para retirar el cuerpo del sujeto baleado y trasladarlo de inmediato al Hospital Municipal, adonde en horas de la tarde estaban tratando de quitarle los proyectiles. Según informó la policía su estado no corría peligros mayores.

El Sub Comisario Jorge López dijo a ElDiariodeTandil que la esquina donde se produjo el hecho tiene un largo historial de denuncias y reyertas, al parecer en esa esquina se reúnen distintos grupos de amigos a tomar alcohol, “algunos con antecedentes”, remarcó el policía.

Los testigos presenciales del hecho pudieron identificar a Uzuna como autor del disparo, el cual fue apresado minutos después cuando volvía a su casa ubicada en Almafuerte 2014, adonde estaba cumpliendo arresto domiciliario por una causa de venta de estupefacientes.

El agresor quedó alojado en una celda de la Comisaría 2º, mientras que los peritos de la fuerza seguían trabajando en el lugar del hecho y se trataba de ubicar al arma utilizada.

El Sub Comisario agregó que este era seguido por personal del Servicio Penitencial mediante la pulsera magnética y previamente había sido monitoreado por personal de su dependencia.

Reconstruyendo la historia

Alberto Uzuna, padre del agresor, se presentó en la comisaría de avenida Colón minutos después del hecho para denunciar que un grupo de violentos había ingresado a su domicilio y provocaron grandes destrozos sin mediar explicación.

En ese momento todavía se encontraban los allegados de Curcio en la vereda de la comisaría lo que provocó algún cruce de insultos y nerviosismo entre los presentes.

Este hecho estaría directamente vinculado con los incidentes posteriores.

Escenas tristes de la vida ordinaria

Pasadas las 18 horas el móvil de ElDiariodeTandil se acercó al Minimercado Valin, adonde todavía trabajaba personal policial. Aún seguía allí un grupo de jóvenes visiblemente alcoholizados, que sin respeto por las autoridades trabajando o por la prensa, gritaban vituperios a la gente que transitaba y pedían fotos a los reporteros.

Algunos vecinos de la cuadra se acercaron a comentar que esa escena se da todos los días, varios grupos de entre 10 y 20 personas se reúnen a toda hora a beber alcohol o consumir drogas a la vista de un barrio que ya no sabe qué hacer.

Minutos antes en la vereda frente al minimercado habían baleado a una persona y las manchas de sangre estaban, todavía frescas, sobre el piso de concreto.

 

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