Secreto develado: dónde estuvo y qué hizo Donald durante el papelón del Golden

Sociedad

Secreto develado: dónde estuvo y qué hizo Donald durante el papelón del Golden

25/06/2013

Un e-mail del veterano cantante a un empresario de productos regionales develó el secreto de una de las razones por la que Donald llegó dos horas después a su show en el Golden Bar, cuando sólo quedaban siete parroquianos dispuestos a escucharlo.

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El papelón del sexagenario artista otrora popular habría tenido un motivo exclusivamente culinario, habida cuenta de las preguntas que los admiradores que fueron a verlo un puñado de 60 vecinos- pero también de quienes tomaron contacto con el episodio del Golden, se formularon luego de que ElDiariodeTandil revelara el hecho ocurrido el pasado sábado en el bar de 9 de Julio y Pinto.

La actuación de Donald, cuya función en la Peña El Cielito ya había sido suspendida por falta de público y derivada luego al reducto del Golden, motivó uno de los desplantes más insólitos ocurrido en la comarca por parte de un artista foráneo (aunque no ha sido el único a lo largo de la historia del espectáculo). Pero la pregunta del millón fue qué hizo Donald desde las 21 horas en que debía estar actuando en el Golden, hasta las 23 y monedas en que llegó al bar, tocó 4 temas y se retiró sin dar demasiadas explicaciones a los 7 estoicos espectadores que permanecían en el lugar, luego de que medio centenar de personas se retirara ofuscada del boliche exigiendo al organizador del evento la devolución del dinero de las entradas.

Según fuentes del Portal un correo electrónico llegado en la víspera al titular de una casa de artículos regionales, célebre en la comarca y, sobre todo, de gran prestigio fuera de Tandil, comenzó a develar el misterio. Por la tarde del sábado, Donald había comprado en el citado negocio dos kilos de quesos y salamines tandileros. Según comentó en el correo electrónico, en el momento en que estaba firmando algunos autógrafos a los turistas que se hallaban en el lugar extravió lo que para él era un verdadero tesoro: los salamines que acababa de comprar. Cuando el cantante llegó al hotel, acompañado de su esposa, observó que en el interior del bolso tenía los quesos pero no el exquisito picado fino, con lo cual habría comenzado una desenfrenada búsqueda de los salamines guiado por el GPS de su automóvil, mientras las horas iban pasando y la fallida reconstrucción de los lugares visitados durante la tarde del sábado le impedía recuperar los preciados salamines. Este largo periplo nocturno en busca del salamín perdido habría sido una de las razones del plantón que Donald le propinó a su público, provocando el papelón del Golden.

Finalmente el lunes bien temprano, ya en Capital Federal, Donald recuperó la memoria y en un acto de lucidez advirtió que había extraviado los salamines en el mismo lugar donde los compró. El e-mail escrito por el autor de las Las olas y el viento al titular del emprendimiento, reclamaba que se le envíe el paquete vía encomienda. El empresario buscó infructuosamente la bolsa con los productos entre los muchos vericuetos del tradicional recinto, pero el colofón es que uno de los centenares de turistas que pasaron por allí el fin de semana se llevó de arriba los salamines que compró el artista

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